Sin resolución

El alma nunca entendío
ese deseo de
ir hacia ti,
de acercarse al precipicio
y dejarse ir,
asomarse a tus ojos de abismo
y encontrarme temblando,
pasar por tu mirada
y llenarme de esta ansiedad
de tocarte,
de esta desesperación
de romperme entre tus manos,
nunca entendi la addición al cancer roedor
de tu piel,
-te amaba hasta sangrar-
pero llegué tarde,
-definitivamente tarde-
tus labios,
tu alma hacia tiempo se habían secado.



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C.MI final que nunca termina,

 

carajo Señorita, cuando usted mira al precipicio me hace mirar a la verdadera nada, si usted dice que puede haber adiccion a los sarcomas, no me queda duda.

y sin embargo complice, me encuentro ante esta delicada melancolia, sintiendo en la piel sin cancer cada una de tus soledades en las cuales te acompaño sin duda....


un abrazo asiiiiiiiiiiiii