Estremecimiento

Tu suavidad ha mantenido el amor vivo
en tus manos que he tocado por vez primera,
al rozar con las mías trémulamente;
que se deslizan /contra las tuyas/
Inocente niña que con el pasar de los años
te has transformado en bella mujer.
Recuerdo con alegría el momento oportuno que tuve
para demostrarte todo mi amor /con la mirada/

Impregnado sobre mí dejaste tu fragancia
cuando te recostaste en mi hombro al llorar.
Sobre el pañuelo que guarda ahora tus lágrimas
me recojo en él desde que te fuiste de mí ser.
Y todavía siento tu piel cercana /al corazón/
cuando posaste un dedo en señal de silencio
en mis labios para que te hablara /con los ojos/

Recordando las pampas doradas
donde escondimos nuestro prohibido amor.
Al enviarme Azucenas en cada carta
me decías que me amabas un poco más que yo.
Dejando en las cartas esa esperanza /de un fatal momento/
a la vez que regresa a mi mente el viento frío de noviembre...

¿Cómo pude haberme ido al saber que me ama?
tránsito súbito, la esperanza decae.
Ave negra que se voló en mi cabeza augurio de la desgracia infinita.
Lóbregas lágrimas corrían sobre tu yerto rostro,
reposaste por última vez en mi corazón ¡Yo deseaba volverte a mirar!
¡Jamás pude estrechar mis labios con los tuyos!
Labios que fueron puros hasta el final
/Estremecimiento/ al visitar la fría lápida que comencé en lectura temblorosa:
/Descanse en paz…/Abrazando esa piedra fría imaginando que a mi lado estás.
Debo irme porque es necesario para no sufrir más,
al ver ese atardecer anaranjado, nuestro sol durmiendo está;
ave negra que se voló en mi cabeza: augurio que pronto junto a ti volveré a estar,
augurio que pronto nuestros labios se juntarán.