¡Culpables!

Culpables del delito
del sacrilegio
de lo profanado
y de lo infame
¡culpables...si, culpables!

Culpable tú...no oíste mi silencio
culpable yo...no calmé tus tormentos
culpable tú...por no recorrer mis pasos
culpable yo...por renegar de tus brazos.

Culpables somos...
por derrochar el tiempo
por pisotear la confianza
por cegar al amor
por dejar que se apague la pasión.



Culpable tú...
por despreciar mis besos en tus enfados
por huir de mi compañía en tus tristezas
por fingir que todo estaba bien
culpable eres...¡de mi lejanía!.



Culpable yo...
por callar mis "te amo "
en el orgullo
por refugiarme en la rutina
por no enamorarte cada día
por dejar que el deseo
muera en el agotamiento
culpable soy... ¡de tu partida!.

Culpables...
dejamos huir al amor
oprimos al perdón
desterramos al deseo
traicionamos a la pasión
quitándol el significado al " tu y yo ".

¡¡¡Culpables somos los dos!!!​

 

En el amor; los dos somos culpables, se diferencia en, cual de los pierde más.
Hermoso poema pequeña anie, place leerte. Fuerte abrazo cariñoso para ti.

 

Muchas gracias mi estimado Ramipoeta por tu gran presencia y por tus bellas palabras...un abrazo

 

Es bello tu poema, denso y perplejo.
Creeme que al amar a una mujer se halla tanto bello y, a la vez, tanto dolor al olvidarla.
En este escribir dulce y penoso, es grato leerte porque, sin conocerte, imagino eres desmedida y simple.

Saludos de Oregon.

 

Muchas gracias mi estimado Fidel por tu gran presencia en mis humildes letras y por tus halagadoras palabras...un abrazo

 

Mucha fuerza, e ímpetu en tus palabras.
Son verdaderos lamentos, lanzados al viento, esperando que, en algún momento lleguen a él y lo desgarren y hieran, tanto como a ti.
Un gran saludo y felicitaciones. Excelente.
Rodrigo
,

 

Muchas gracias mi estimado Rodrigo por tu grata visita y por tus palabras, gracias a Dios esta obra la he escrito por tantas parejas que he conocido y que nunca reconocen que si murió el amor fue culpa de los dos, el ver esas cosas me hace vivir cada día más agradecida y enamorada de mi esposo por que los dos somos de pensar en que al amor hay que hacerlo crecer cada día y vivir el amor como el primer día, con la ilusión, con esas mariposas en el estómago y con el encanto de que cada día sea único...un abrazo

 

Una mirada interior valiente y decidida en busca de esos motivos que todos exhibimos. Tenemos los pies de barro y sí, efectivamente, en el matar un amor el dedo no puede señalar solo s una persona, ni siquiera al tiempo. Un buen poema instrospectivo y analítico pequeña anie.
Con mi saludo muy cordial

 

Muchas gracias mi estimado Lesmo por tu grata visita y por tus lindas palabras...un abrazo