Capitulación

Acuérdate amor de esa tarde que salimos
del café,
y con la risa estrellada en nuestras bocas
recibimos la lluvia para jugar con ella.
Acuérdate amor que de repente te alejaste,
Había puesto mi mano en tu corazón y lo
llagué,
un corazón revuelto que se agrietó malamente.
¿Cabía otra cosa que ocultarme?
Acuérdate amor que te vi partir y te sentí extraña.
Entonces guardé para siempre tu nombre,
entonces guardé tu sangre ardiente en un torrente
de furia y sal.
Tu furia ya no se detendría nunca y preanunciaba
un duelo espantoso,
el desconsuelo de un mordiscón de labios en un segundo
de eternidad
Acuerdate amor mi postración,
traspasado por el frío debí rendirme para siempre.

 

Conmueve, es una obra hermosa, con furia y todo, pero bella, es un placer leerte, mis saludos, y estrellas para que brille tu cielo.
Frank.

 

Rendido ante el sentimiento.

Saludos.

 

Mi cielo brillará gracias a tu valiosa apreciación del poema, Franc. Gracias amigo. Un saludo afectuoso. Julius.

 

Tal cual lo dices... Gracias amigo... Un abrazo afectuoso. Julius.