Ausente existencia

Ha nacido cerca de una cantera
ahí donde el frío es pecaminoso
y el sol es un regalo piadoso.
El río moja sus pies de tinta
tiznados de grises acuarelas
el pecho se mantiene distante
de cualquier intento de amarre.
No es este mi lugar, musita
asqueada por las casas de paja
vomitadas por altivas cenizas.
Se refugia en la última cueva
donde sueña en las estrellas
en el susurro del mar enamorado
y en el poeta príncipe secuestrado.
La noche la abraza en eternidad
llora al sentir su juventud aruñando
la mansa piel de amor necesitando.
Se duerme, y sueña en una pradera
se despierta y aun vive en la cantera.
Si de sueños no viviera…
Sara Montaño
Derechos Reservados

 

Pequeño poema con genes de cuento , que lo hacen grande, me gustó.
un saludo.