Atrapado

Hundido en la desesperación que
absorbe la tranquilidad,
inquieta que endurece a la razón
por un trastorno inédito.

Sal, escapa de mí. Inmoviliza
tus pasos debajo del mar.
Deja de arrastrar tu pesar hacia mi puerta.
Permíteme subir al siguiente
escalón sin más llagas.

Escóndete, crea otro universo.
Sé explícito hacia la vista.
Hermético, sombrío en cárcel vacía y sin llaves.
Ensordece tus labios hirientes.

Todo está muy lejos si avanzo
tres y retrocedo cinco en
esta calle sin salida que
emborracha a mi conciencia.

¡Huye! ​

 

Angustis, mucha angustia rezuma tu prosa con inusitadas imágenes. Mi saludo cordial.

 

Gracias por pasar y dejar tus huellas