Y sucedió

Que suerte no haberte tenido,
porque inmune a mi mismo me hice.
no comienzo a extrañarte,
porque la almohada es más cómoda.

Que alegría no saber tu nombre,
porque aun así me lo preguntaría
una y otra vez.
No deseo buscarte,…
ya casi te encuentro,
desesperado es que parto a ti.

Que impotencia no aceptarlo,
mis brazos, todo mi cuerpo
me contradice siempre.
No tenia que ilusionarme,
ahora tengo que saber de ti.
que genial es no amarte,…
lastima que yo ya lo haga.