Viento Norte

Viento Norte pasó,
y pasaba,
como sigue pasando.

Desde la majestad pobre de los cerros
a lo largo de la tarde
y a lo largo del sendero ensanchado para que pase el camión.

Pasó también él,
como un aliento de dragón,
nor-noroeste.
Lengua de fuego,
seca.
Como un pastor que viene
de las alturas arriando
con toda la sed junta
a cobrar los trabajos del invierno.
Envuelto en un tiempo lento de polvo,
entre ocres y amarillos
y algo de verde.

Con ganas de ver los suyos.
Con monedas de Sol,
y un tal vez para después.
Y un viejo corazón descalzo
andando el día largo
de nunca descanso.
Dejando un rastro leve
que dispersará al aire
en su próximo paso.

 

Siempre me sorprenden tus versos con su inesperado giro poético, imprevisible, fecundo, elegante...

 

Dicen, Luis, que el viento norte trae la locura. No sé si es cierto, lo seguro es que últimamente por aquí también trae humo desde lejos.
Me gustó mucho tu poema, aunque se me hace ubicado algo al noroeste, donde "...la majestad pobre de los cerros..."
Abrazo
Ricardín

 

El norte es un punto al que siempre miramos todos, tus versos también. El norte siempre nos marca un saber ir, un saber que hacer... Un placer leerte poeta. Saludos cordiales.

 

Quien ha repasado un poco la historia relatovamente reicente, comprender á que: que empezaramos a fabricar y exportar humo, era sólo cuestión de tiempo.


"Pianta del sereno,
y metete en la cama,
que sino mañana...
Andás con la tos..."
Por segunda vez : Nos persigue la nube negra.
Luis