Un yo

Un día cualquiera me desperté,
sin saber quien yo era,
una ojeada a la existencia eché,
todo estaba de la misma manera.

En lo más hondo de mi ser
un yo la luz quería ver,
miedo me daba dejarlo brotar,
saber quien era sería finalizar.

Una puerta se abrió en mi interior,
revelando algo en el exterior,
ante mi surgió un resplandor,
fluyó el pensamiento con ardor.

Una energía de mi se desprendió,
con ella por fin un yo salió,
darme cuenta quien era comprendió,
la mente relajada y satisfecha se quedó.

Ante mi una vida se presentaba,
con alegría e ilusión la encaminaba,
detrás de mi descendencia dejaba,
este yo de verdad me gustaba.

La razón de porque estamos,
sin saber el motivo acabamos,
nuestros seres queridos contemplamos,
para ellos la felicidad aspiramos.

Un día cualquiera me desperté,
sin saber quien yo era,
una ojeada a la existencia eché,
todo estaba de la misma manera.

 

Todo cambia para seguir igual.