Triste ceguera

Triste ceguera

Sabía que era de día porque el sol lo calentaba,
conoció el amanecer cuando el gallo se anunciaba.

De la flor solo tenía el perfume que emanaba,
un color imaginario con su tacto disfrutaba.

Pedía solo a la vida un minuto nada mas,
para guardar en su alma cosas que no olvidara

Grabaría en ese tiempo los colores de la vida,
que a lo largo de su noche sería su compañía.

Saber que el rojo era fuego amarilla la alegría,
el azul acompañaba aquellas noches tan frías.


Tenía un sueño imposible salir de la oscuridad,
aunque esto era imposible no cesaba de rezar.

 

Triste ceguera
!que maravillosos otros sentidos!

 

Anhelos de poder usar ese sentido del cual había sido privado, sin embargo la vida lo compensaba sensibilizando los otros que le restaban. ¡Hermoso poema! Un placer pasar por su triste pero magnífica poesía, reciba mi más cordial saludo.

 

Compañero Rubén Alonso gracias por visitar mi poesia

 

Gracias compañero Fernando Estepanes por tu calidez

 

La vista es un preciado don. No se sabe lo maravilloso que es tenerla hasta que no se pierde.
Un abrazo, Mary.

 

Compañero Luzyabsenta la vida nos golpea con duras pruebas y también nos da la fuerza para superarlas. Gracias por pasar

 

Compañera Eratalia es verdad lo que dices en todos los sentidos hay veces que valoramos las cosas hasta que las perdemos