Tres palabras.

Si alargas la mano y me arrojas
obediente me derramo en grutas,
¡Qué no sea en calamidad
mi caída inminente¡
¡Qué no sea entre agonía
mi última morada¡

Si alargas la mano y me arrojas
que sea entre aromas de tul,
entre la brisa mojada,
sin lágrimas desdentadas,
con una promesa en humo.

Si alargas la mano y me arrojas,
no me abandones
si no es entre lirios danzantes,
entre acordes bizantinos
que se escuchen infinitos.

Si no es así...¡No lo hagas!..©

 

Magnificas letras, una sentencia que advierte al actor el camino a seguir. Un placer pasar. Saludos