Súplica

Me han abandonado las fuerzas
las heridas viejas están abiertas
y las que me matan
se han infectado,
me han derrotado las victorias
de mil batallas,
ellas son mi mayor carga,
no puedo ser fiera eterna
ni guerrera inmortal,
mi humanidad rota
tiene ansias de muerte
en busca de la calma besar.

No puedo caminar,
mis pies entumecidos
no quieren emprender
un nuevo camino,
solo sienten frío,
cansancio y agonía,
el corazón me desprecia
me culpa por no haber
evitado su llanto,
lo han ejecutado sin clemencia
y se niega a seguir
fantasmal latiendo.

A Dios le ruego
que me sujete
por que el infierno me consume,
socorro implora mi alma
ante los demonios que me apuñalan,
ángel del cielo corre a rescatar
a esta mendiga
que sólo anhela
un sorbo de tranquilidad,
cubre mi cuerpo entre tus alas
y hazme renacer,
si aún me esperan más batallas
saca filo a mi espada
y cicatriza las llagas
de mis manos,
si soy una de tus mejores guerreras
cubre mis heridas
y expulsa los gusanos
que me carcomen,
auyenta a los buitres
que se impacientan
esperando mi último suspiro,
dame una mota de valor
para seguir en el frente
liquidando bestias.​

 

intenso, profundo y muy sentido Annie. Me ha gustado mucho, porque también me pasa algo parecido, y amar a los amigos es comprender. Ánimo y saldremos victoriosas de esta prueba. Ya sabemos que el amor nos humilla y mejora. Un fuerte abrazo.

 

Muchísimas gracias por tu visita y sobre todo por tus palabras de ánimo. ..un abrazo

 

Bueno, pequeña Anie, me encanta ver, cómo tu pluma viene rebuscando imágenes que poco a poco
se consolidan en tus entregas con originalidad y profundo sentido. El presente poema es bello, no sólo
por su melancólica concreción, sino porque hay mucha dedicación en todo su conjunto; y por ello realmente
gusta y conmueve. Enhorabuena... saludos, por el logro. Cordialmente:

 

Muchas gracias mi estimado Gitano...un abrazo

 

Pequeña Anie, conmueve tu súplica de guerrera abatida, pero no, no estás abatida, mañana hay una nuevo
motivo para desenvainar la espada de las palabras. Gracias linda, por esos versos, que me hacen recordar que también soy guerrera.
Besitos y bendiciones.

 

Pequeña Anie, que no te hunda el peso de tu armadura y que nunca te falte la fuerza para crear un nuevo poema, pues seguro que algún día tus versos estarán llenos de alegría. Está amargura, está tristeza algún día serán un mal recuerdo. Tal vez ni eso. Espero ansioso ese día para leer esos poemas que nos hablen de paz y felicidad.

 

Muchas gracias Francisca por tu agradable presencia y por los ánimos que tus palabras brindan...un abrazo

 

Mi estimado Jonhcho muchas gracias por tu confianza en esta humilde aprendiste de poeta...un abrazo