Soledad

Ya no distingo el agua del vino

no sé si esto es dolor

o solo es una sensación

con mal olor,

murmullos y sombras

se distinguen bajo la puerta

será de día o de noche

otra vez

irán o vendrán

las ventanas debe saber

sobre eso.


Estoy clavado a la silla

y bajo la mesa

escurren gritos,

será tal vez que me derrito

y me voy de a poco

por los surcos de las tablas del piso,

son gritos

y un susurro pestilente

que me envuelve.


Hace mucho que busco

las palabras que se esconden en las copas

hace tantos papeles escritos

en la oscuridad

que no vuelves,

estoy clavado en un punto fijo

y bajo la mesa

escurren gritos.


Hay maneras de decirlo

solo hay que raspar la mesa

para saberlo,

mis venas sueñan

con un polvo de cicatrices

morenas,

será necesario explicar

o repetirlo.


Pobres muros que fenecen

en la noche

manchados y escritos

consumidos en los ojos

que no duermen,

escurren gritos por el piso

es de vino o de sangre

este rio

y este rito.


Las copas abren sus bocas

llenas de olvido

será necesario explicarlo

o repetirlo,

hace muchos papeles escritos

en la oscuridad

que no vuelves

bajo la mesa escurren gritos

o soy yo el que me derrito.


Las ventanas hablan entre ellas

de la luz que no llega

y yo raspo la mesa

con mis dedos mudos,

atrévete a decirme infierno

la palabra que necesito

y a que vagón de este

carrusel insalubre

debo subirme,

la música vibra

en una caja de muerte

con esas oscuras notas

que rebotan en la mesa

y que como si fueran clavos

se entierran en mi frente.


Son gritos

que escurren bajo la mesa

y soy yo el que me derrito.
​

 

Hermosas letras.
Un placer leerte

 

Es un poema conmovedor y hermoso. Ojalá qu solo sea inspiracion poética. Grato leerte. Saludos y Bendiciones.

 

Gran honor me haces Maramim. Saludos para ti

 

Gracias por la atención Laura. Un abrazo

 

Si a veces la inspiración supera la realidad , este es uno de esos casos. Gracias.

 

Agradecido Maestro por tu comentario , mis cordiales saludos para ti.