Silencio

Silencio​

Siento que puedo escribir mi vida entera con detalles sublimes que son fruto de mi experiencia sensible con el mundo, un lugar al que no acepto. Escribir lo que he callado y he venido guardando cual tesoro cautivo en un ser sin ambiciones.

Escribirlo todo, desde las más sutiles palabras de amor que harían brotar del suelo muerto un jardín de rosas blancas, o simplemente versos que amainen sus alas y desprendan el perfume clásico de la melancolía para después perderse en el lejano horizonte de la incertidumbre, como si un libro abierto después de abrigarse en el polvo del olvido quisiera gritar al cielo y revelar sus secretos a pesar de no saber comunicarse.

Siento que puedo escribir poesía, el ambiente es frágil y se debilita aún más con el pasar de las horas. La noche que sonriente dibuja pequeñas lágrimas en mi ventana me seduce y alimenta. Siento que hoy puedo plasmar sobre un viejo papel los recuerdos que emergen del manantial más profundo de mi ser y llevan consigo el aroma de aquellos días.

Siento que puedo escribirlo todo, pero cuando lo intento, mis manos no dicen nada.