SÍ...

Sí, yo me rebelaría

ante el dolor del poder

de la cruel tiranía.

Sí, intentaría resistir

a la gran mentira

y sus secuaces.

Sí, antes que seguir lo abominable,

prefiero caminar sola

y sin miedo.

Sí, no me anestesiaran

tus continuas coacciones

ni subyugara

mi cuerpo

ese horrible monstruo.

Sí, no me asustaras

ni controlarás,

mientras mi mente

y mi cuerpo me mantengan

erguida.

Sí, tampoco vencerás,

pues las almas puras

prevalecerán.

 

No sé cómo puedan ser las almas, ni tan siquiera tengo conciencia que puedan existir más allá de la artificiosa y recurrente parábola.
Sé que, su persona, no camina ni caminará sola.
Trazaremos una ancha vereda, repleta de soledades. Unidas, la cabeza de la razón erguida.

Mikelo (poco a poco)
Gracias mil y, siempre, salud

 

Muchas gracias por tu bello y sincero comentario. Un cálido abrazo lleno de ilusiones.