Sangre irreal

Mi estomago de arena se filtra en lagrimas,
Crepúsculo eterno de espera,
De espera por la sangre real,
Por tu medula esquiva y celosa,
Ahí es cuando se quiebran mis pómulos,
Y la mano tiembla con el vaivén de la tierra,
Y la vicisitud de espectros de mi rostro corrompe,
Corrompe entre tu cariño detonante,
Esta Batahola mental se llama: estertor ínfimo de una vida indeseada,
Por fin termina el ciclo,
La rueda interminable se cumple como dicta mi oráculo,
Y el arrumaco reconciliatorio de los vientos y montañas se hace épico, ,
Musgosas las heridas de mis ojos,
Húmedas, humedecidas, secas, disecadas, muertas, fulgorosas,
¡Nuevamente vivo!
Tomo un carruaje siniestro a la libertad de tus besos rojos,
Se repite el olor en que me sacio,
El apretón de entrañas,
El ciclo de la prórroga vital eterna,
Del rechazo a la vida y el voto al amor.
¡son las reglas! ¡Es la regla!
La regla primordial e inesquivable de la tortuosa libertad,
Esa que siento efímera y agridulce.
¡Oh mi aurora boreal! ¡tan hermosa e invisible!,
prometo no cegar mis palabras al fresco comienzo de este:

IRREMEDIABLE CICLO...



Felipe Estrada

 

Sangre irreal y poesia integra con imagenes increibles bien formadas y con vocabulario extenso encantador el maquillaje que le das a las letras quizas sea el mal uso de mayusculas un problema pero el poema es precioso me ha encantado mucho un placer leerte.