Renunciamiento

Arrancó de sus manos la sonrisa…
¿Quién pondrá precio a mi tristeza?
Quién me regalará unos ojos que no vean
lo que no quieren ver: una nueva primavera…
Arrancó de su piel unas palabras…
La boca quedó seca de silencio…
Bajo su paladar, besos que ladraban
contaban cuentos sobre una angustia sin rostro…
Arrancó de sus pies pocas certezas…
Caminó sin rumbo y sin historia.
Dejando hilos de sangre, su amnesia,
manchaba de rojo las veredas…
Arrancó de su paz, rayos y truenos…
Desde esa madrugada, no contó más el tiempo…
Se dejó abitar por un tibio esqueleto
que, como muleta, la sostenía en su soledad…

 

Amigo, la verdad que no me llevo muy bien con la tecnología jajajaja...Ahora cambié el tamaño, porque es cierto que estaba muy chica esa letra.
Gracias por el comentario, y gracias por prestar tus ojos, aunque sé que no pedís a cambio nada. Sólo pasás y dejás tu mensaje : gracias otra vez.
Saludos!!!!