Reflexión

Todos somos en algún momento algo o alguien a quien aman, digo algo por que tal vez, algunos solo te tomen como objeto, me paso ya hace algún tiempo. Yo quiero decirles a esas personas, que juegan con los sentimientos, que creen que no sentimos que solo somos “algo” pasajero en su vida, que dejan un profundo dolor, vuelven duro nuestro corazón y por su imprudencia, ya no estamos dispuestos a amar como se debe, tenemos miedo de entregar nuevamente nuestra alma, dejar expuesto nuestro más profundo ego, somos como bunkers aprueba del amor, nos buscan, nos encuentra, pero no pueden ingresar más…
Somos fuertes, duros e indomables, pretendemos tomar las cosas como “pasajeras”, “hoy soy tu pasado”, y entramos en un ciclo sin fin de sufrimiento, nos lastimamos más y más con cada artimaña que inventamos, para no entregarnos a ese sublime sentimiento.
Si tú eres uno o una de los que les gusta jugar con sus “trofeos de conquista”, pues en tu conciencia cargas con el sufrimiento de aquel “objeto” inerte, sin sentimientos, y también del sufrimiento de aquella persona que se enamore de alguno de ellos.
No juegues con alguien, no digas jamás un “TE AMO” sin sentirlo, no inicies una cadena de amargura que tarde o temprano te salpicará. Se franco con las personas que te entregan su corazón, que depositan en ti su alma, ¡reflexiona! Tus acciones pueden destruir la vida de dos personas, una de manera directa, porque obstruiste su posibilidad al amor, y a otra porque está enamorada de una persona que no puede amar…