Prudencia enmohecida

Otro día,
sin pigmento ni término diferente se desliza como una sentencia.
Se asoma la sospecha de que aquí...,
empieza mi sendero.

Tu efigie me ciega,
me da sombra.

...Acojo la aparición de otro andado en ti.
Presión entre el recuerdo y el ahora.

Resbalo en el hueco de tu oscuridad,
en el centro de un suspiro.

Oírte me conmueve.

¿Quién eres?

Tienes desgarrado el canto...

Suave predicador de la palabra simulada...,
¡muéstrate!

¿Cuándo han perdido tus ojos la llama que deja huella verdadera?​

 

Magnífico POEMA, estimada amiga y colega ASSANE. TE ESTRELLO.

 

la oscuridad a veces solo incrementa el deseo de internarse y perderse...

talvez hay fuerzas que juegan a favor y en contra de nuestros electrones...

un gusto encontrarme con tus líneas...

son para sentarse en la grama de la ribera una mañana nublada...

Salud.

 

Gracias amigo.
Hoy me llegó la inspiración...
Un abrazo.

 

Gracias Ores...
Un abrazo.