Palabras clandestinas.

Mis palabras calientes, clandestinas,
que nacen del deseo por tus ojos,
por tu boca y tus manos,
las guardo; celestinas
son ellas que procuran mis antojos,
impuras a los ojos puritanos.
¿Qué he de hacer si me inflamo del deseo?
¿si no me puedo estar en la distancia
sin escuchar tu voz con sus arrullos?
Porque nunca te veo,
tan solo calmo mi ansia
leyéndome tus versos con murmullos.
Tus versos que acarician y que besan
que me dejan ahíta de ternura,
los que nunca me dejan,
sin el cálido alivio a mi locura.​

 

Es tu composición la invitación poética más descarada a la pasión, al desenfreno y a la lujuria. Me ha encantado la intensidad que trasmite. Un abrazo

 

Mi estimada Luciana,
me gustan tus palabras, la sensación y tono
sensual cuando se leen a voz mesurada. Tu poema,
además de dulzura, tiene ese cortejo o capricho de ser
pasional o uno mismo con tan deliciosas palabras, como las tuyas.

Saludos,
Fidel Guerra.

 

Muy sublime esa pasión.

Un abrazo Luciana.

 

Asklepios, precisamente eso quería hacer evidente. Que bueno que te gustó. Un abrazo.

 

Querido Fidel, que bueno que te ha gustado, gracias por decirlo. Un abrazo.

 

Melementos, querida poeta, gracias por pasar y comentar. Un abrazo.

 

Pletórico en el transitar.
Imágenes exhalando, exudando intenciones.
Bello y delicado.
Un placer.
Saludos

 

Ice, gracias por tu amable comentario. Disculpa la tardanza en contestar. Un abrazo.

 

Con cada lectura avivas más ese deseo.
Un beso, Luciana.

 

Bueno, así soy yo, desgraciadamente, muy intensa y no cualquiera aguanta. Gracias. Un beso.