Nostalgia.

Duerme el silencio tranquilamente debajo de la manta que abriga mi nostalgia.
Nostalgia que hoy llevo muy dentro del pecho.
Pecho que sufre por una puñalada que seda con una daga.
La daga fue tu partida y su filo era el adiós.
Adiós retumba mis oídos, adiós, adiós, adiós.

Y ahora estoy aquí.
Aquí sentado sin nada más que hacer.
Hacer sino Pensar en tu destino.
Destino que depara a otros caminos.
Caminos que ya no son los míos.
Míos eran tus dulces besos.
Besos que ya he perdido.

Por que has partido amor.
Amor que no aproveche, amor que se esfumo.
Se esfumo en aquella tarde de tragedia.
Tragedia que empezó en el momento que me dijiste adiós.
Adiós retumba en mis oídos, adiós, adiós, adiós.

Y ahora sufro eternamente miro y le pregunto al cielo.
Cielo cuando volverá mi reina.
Reina que compone todo el amor de la poesía que expreso en estas letras.
Letras que solo quieren decirte.
Decirte una y mil veces por favor,
Por favor, por favor, vuelve ha este pobre corazón.

 

Logras que el lector sienta el dolor de la daga por su ausencia, por su adiós y tu amor que clama su regreso, conformando un poema desgarrador.

un gusto leerte

 

En tus huellas en esta noche estrellada...

Besitos de canela,

 

Mariela, gracias por tomar el tiempo para leerme, siempre es un agrado que se expresen de esa manera de lo que uno hace. un beso y un abrazo. poeta.

 

Guadalupe, siempre un gusto que me leas, un saludo desde la gran manzana.