Nosostros mismos

19/feb/2010

Vientos secos, fuertes, asfixiantes.
Cuántas veces nos hallamos viviendo en inhóspitos tiempos.

Tramos que tenemos que transitar…aunque las suelas nos griten,
Piedras afiladas, lodos muertos.
Estrechos caminos donde sus ramas son espinas afilándose con nuestra piel.

No siempre elegimos donde pisar, no siempre elegimos donde vivir,
donde echar raíz.

Y nuestra raíz quiere salir, empuja,
sentimos por dentro reventar -al resistir su crecimiento-
Nos consume.

Y cuando el cuerpo grita…
Cuando el aire denso aplasta,
Cuando nuestras fuerzas se aniquilan
Se acaban.
Comprendemos entonces lo frágil que somos.

Que somos átomos y partículas amontonadas,
y entre todas uno solo…
y ante lo infinito nada. Un capricho de lo eterno tal vez.

Sabemos entonces que somos cristal…
y porcelana nuestros sentimientos.
Frágil nuestro corazón.

Con cuánta carga cargas corazón…
no más que la carga de existir.
Porque sabes que una oportunidad tienes de latir…y no mas
-Que el universo te engendró una vez para ser valiente-.

Que tus latidos darán aliento para engendrar el brillo en los astros.
Tus cortos latidos desaborrecen al universo.

En tus latidos el universo cuenta su vida,
En tus latidos se abriga el tiempo.
¡sé valiente corazón!


Sabemos que existimos por el ocaso,
y vivimos para ver el crepúsculo.

Y nos aterra tanto ser parte de la nada,
aunque de la nada hayamos salido.

Y los conceptos que nosotros mismos creamos no los entendemos,
difícil se vuelve entender lo que hay afuera.

Siempre en busca de la felicidad…

Y la felicidad es una mariposa que en nuestro hombro se posó a nuestro nacimiento,
y lo único que hay que hacer para conservarla es no espantarla.

Nos empeñamos en robar sus alas...
En cazar su color.
Tanto la deseamos que la comemos de un bocado
-Voraz es nuestra hambre-.

Y la perdemos, a veces para siempre
A veces…
Jamás vuelve.

La mariposa huye de nosotros,
Mientras nosotros huimos de nuestras propias vidas.

Y hacemos charcos, ríos y mares de lágrimas.
De nuestro coraje y enfado hacemos volcanes
-Lava es nuestra sangre-.

Y el reclamo a la tierra y al cielo;
La blasfemia siempre nos rebota.

Nos ahogamos en los años,
y de viejos le reclamamos a la vida:

Lo que se nos dio desde un principio…
​

 

Letras que obligan a reflexionar por el mensaje que lleva implícito. Hay detalles de ortografía que corregir. Recibe un saludo desde Venezuela.

 

Gracias por tu visita...

 

pOR LO QUE HE LEIDO TUVISTE MALA LA NOCHE JEJEJEJ NOS DESCRIBISTE¿BIEN...?