Noche...

No es que me sobren segundos para seguir despierta...,
es tan solo, que algo me oprime el pecho bajo este cielo.
Y bueno, que soy adicta a un cuerpo.
Te busco con sonambula tristeza...
Continua habitando en mis noches de silencio desalmado:
Tu voz, tu aroma.
Ahora, que soy testigo de mi propia oscuridad,
¡no quiero que ninguna luz me domine!
Reclamo, exijo una respuesta convincente.
¿Terminaste con mi vida por capricho?
Que te tenga quien te entienda...,
porque mi razon no alcanza a hacerte mio.
Tu, que me llamas flor muerta...
Tan solo, dame aire.

 

Bellisimas letras me ha gustado mucho
un placer leerte poeta, te dejo mis humildes
felicitaciones por esta gran obra.
Saluditos.

 

Y cuántos de nosotros no hemos pasado o pasamos esas amargas noches?
Lindo poema.

Un besito.