Noche renueva...

...¡Ven! me dijo. Estaba postrada en la cama. Levantó la sábana y la exquisitéz nívea de su piel me inundó múdamente los ojos. Mi lengua mojó en mis labios presintiendo avecinar su sabor y su deleite. Me miró muy intenso, como esos gatos hermosos que traspasan tu alma y rorronean muy dentro de ti ya ausente: hipnóticos. Me despojé de la ropa mirando la impaciencia de sus senos tan ávida de mi. Y fui a su cuerpo. La besé en la suplica toda de su piel y me aprisioné en su sexo arrojándo la llave al abismo de sus súplicas. Y murmuró mil cosas que decían del recorrer mi tiempo, hasta que de pronto en la boca, agonizante se me fue muriendo...
...Entónces resurgió como un ave del nido del silencio y fui su sonrisa, su canto de ayes donde ronrroneando fue otra vez gata en mis manos simuoso su cuerpo. Después, toda la noche fue luna en la cama, fue suavidad de la almohada entre nubes con plumas rosadas, mullidas y claras. Como esa diafaneidad de las almas que pueblan las nubes en las noches de luna plateadas y, se van surcando suavemente entre besos que quieren ser estrellas, iluminando su sensual entrega en el renovado goce de la noche renueva...

anthua62
México 17-06-16