No olvidable

DOS DE OCTUBRE.

Piedra de los sacrificios
¡Nunca acallaste tus orígenes!
A pesar del tiempo ya muerto
sigues ahí, inmolando vidas…
Se abraza la voz joven
que fue desgajada a bayoneta
mientras la lluvia lloraba
la caída de sus hijos pensantes.

¿Dónde quedó la sentencia de Locke?
¿Dónde la filosofía de Voltaire?
Se hundieron entre periódicos
manchados de sangre que a gritos
doblegaron a una Nación…

Nadie detuvo pasos y letras.
Las ideologías buscaron sus presas
entre la ignorancia
entre la oscuridad.
El dos de octubre, en piedra de sacrificios
Tlatelolco inmerso…
Murieron los que no debieran
con sus esperanzas y versos.

©




http://www.youtube.com/watch?v=QPENWAObr

 

Me ha encantado leerte, no solo por la forma de decirlo si no porque una vez más se comprueba que sigue doliendo, sigue buscándose un camino que se resiste a perderse , los pensantes jóvenes de ayer de alguna manera viven en los de hoy. Tiempos difíciles que nos dejan un sabor de lucha. Un placer leerte, va un abrazo!

 

No estoy muy al tanto de esto pero si enuncias a Voltaire, Locke se hace fácil la comprensión, para ellos tampoco fue fácil en su tiempo. Quien piensa también trabaja, es un derecho y hay que dar lo que necesita porque a este mundo todos venimos con una misión. Yo creo que quien muere, a quien asesinan por un ideal del cual se está muy convencido, es una inmolación sagrada y hasta me da la locura de pensar que mueren felices y que en la otra dimensión siguen rogando por la lucha de los no evolucionados que aún quedan aquí, aquí nos quedamos solo quienes todavía no alcanzamos ese gran don, solo vamos aprendiendo.
Me gusta la fuerza de tu Poesía en esta Clasificación, ya te seguiré leyendo porque tus otros contenidos, no dudo, tienen que ser también muy convencidos al momento de plasmar.
Gusto en conocerte, Ania. Es muy valiosa tu Poesía, cada cual en su estilo. Saludos.
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conciencia histórica y social que se exterioriza en tus letras, en tus versos Ania, dolor que sigue y es tan vigente que parece de ayer la herida porque todavía sangra, un verdadero placer leerte. Saludos.