Mutis

Nada parece perturbarme.

Ni siquiera el estrepitoso ruido de la ciudad,
o el más bello cantar de las aves.

Lo admito:

Hoy soy presa fácil del más hábil y feroz de todos los silencios:
ese que se transforma en una fiera veloz para atraparlo todo a su paso;
y al mismo tiempo es tan cauteloso que puede sentarse a mi lado y ser el único que me haga compañía
¡y juro no darme cuenta!

Hoy,
el canto de los pájaros no dio la bienvenida a la aurora
las aves quizá emigraron a otra ventana,
pero no se posaron en la mía porque el silencio se encargó de cerrarla.

… Así que comprendí que hay días mudos

Las palabras parecieran pesar toneladas volviéndose impronunciables,
porque todos temen dejar libre tanto peso…

“tragar grueso” parece la única alternativa para llevar esa carga en el interior

Las cuerdas vocales se vuelven similares a las de un viejo instrumento incapaz de afinar una nota…
Y a duras penas parecen tocar un vals de acompañamiento musical para el silencio…

Finalmente, no sé si termino disfrutándolo
o si quisiera romperlo a gritos,
pero lo cierto es que el día se irá haciendo “mutis”
y como buenos actores seguiremos en acting…

 

La libertad puede ser gloriosa a veces los gritos llevan el cauce las palabras liberadoras.Un gusto ,saludos.