Mujer

Mujer,
cuerpo extremo, deseo,
sudor de la sangre,
¡mujer, criatura eterna
búscame!,
adéntrate en mi vida.

Mi delirio
en un jardín,
traumas, reflexiones,
descanso de
una eternidad,
frutas floreciendo,
reino suave de
las oportunidades,
campo de esperanza,
sector obligado
de la vida.

Carne orgullosa
como una
corona de flores,
más allá del insomnio,
verdad pura
de mi destino,
en la bahía
de tus ojos
querría siempre atracar.

Manantial de locura,
raudo y ardiente,
camino sin sendero,
donde se
calman las ansias
de un beso infinito,
hermosa realidad
que cautiva,
como un sueño
de noche desmayada.

La mañana
se sorprende
oyendo la sinfonía
de una mujer
que devora insaciable,
como un río
profundo, caudaloso y
silencioso
la soledad del alma.

 

"La mañana se sorprende
ayendo la sinfonía de una mujer
que devora insaciable,
como un río profundo, caudaloso y silencioso,
la soledad del alma"

Que profunda imagen.... soledad profunda caudalosa, silenciosa... sublime.

 

Bueno, un homenaje a ese ser.

 

Hola, todas las mujeres somos divinas, pero quien te inspiro para escribir esto, lo es más que ha ganado un lugar en tu corazón. Saludos
¡SONRIE!

 

Saludos Luis Fernando Tejada.

Muy bonito su poema, lleno de amor e intensidad, Mujer Divina, la inspiración total. Saludos.

 

Sencillo homenaje a todas las mujeres.

 

Guz e a los pies de todas ellas.