Momentos infrecuentes

Acecha el nuevo día y aún no te atreves
a dormir tu mano en mi mano ardiente.
Acecha otra noche y se que tu amor me
cubre de un edredón del que gustas su
calor de cobre.
Acechan viejas heridas y cuando el miedo
acecha no pueden verse más que voraces
espinas despobladas de emociones y de
caricias.
Acecha un nuevo día y aún no te atreves
aunque en tu ojos se agite polvo de
estrellas.
Tal vez presumes un beso, un roce de
labios vivaces casi clandestinos.
Tal vez no es ahora esa tu negada
respuesta.
Seguiré entonces esas ráfagas que
auguran felices momentos.
En ellas me enredo y me enredo en
tu frente pues siempre en la agonía de
los apasionados ronda la vida y ronda
la muerte.

 

Julius Amigo:
Que placer para mi nuevamente recorrer tus líneas, leyendo esta mañana este poema me quede reflexionando un poco lo que por miedo no somos capaces de dar, de entregar plenamente, damos migajas, atisbos de lo que somos en muchas ocasiones, es el miedo instinto de conservación y también cadena que no permite ser libre del todo, y que pasa del otro lado, muchas veces nos conformamos con esos pocos que nos dejan entrever o se dignan darnos. Vaya momentos, es grato leerte, gracias por compartir, estrellas, abrazos y besos desde acá ღ ♥

 

Grace, dar...es un acto de amor, según creo yo y tienes mucha razón cuando dices que escatimamos, " a veces damos migajas" , y somos seres encadenados al ego (egoísmo). Gracias amiga por tu participación y tus palabras. Un abrazo. Julius.

 

Gran trabajo Julios, un insatante abierto que marca el ritmo de una íntima visión. Excelente. Abrazos.

 

Mes sorprendes Ricardo con tu ponderada evaluación.Gracias amigo.Un abrazo.