Menguante...

¿Dime por qué me siento tan insignificante?
Será porque soy un alma ambulante
que camina descalza
sin dejar huellas,
sin sentir el tacto con mi yemas.
Que está perdida
con un compás sin aguja
en un barco sin puerto.
Y prefiere dormir
parar el reloj y despertar en otra dimension;
para no sentirse tan inútil
y en fin poder ver la luz del Sol.

Pero aquí estoy, menguante,
bañada en santiamén de placeres fingido.
En una vida prófuga de la muerte
Que no llega y si llega
llega lentamente;
devorando los tejidos de mi cuerpo
con colmillos de vampiro.

¿Cómo escapo de este cuerpo miserable?
Que me tiene presa
del dolor
del cansancio
de esta angustia meticulosa
y de los sueños incumplidos.
Del frio que me arropa,
hasta consumir mis huesos
y congela mis suspiros.

Por cierto,
ya no me quedan…

 

Un sensible poema, en ocasiones ese sentimiento de cansancio o aburrimiento aparece, pero así como llega se va, nada es eterno, solo respira...y espera que se aleje, grato leerte, saludos!

 

Hay momentos de oscuridad y tristeza, suele ser difícil de superar, pero no es imposible.
Todo va calmando el tiempo, y sin darte cuenta un día todo está bien.
Me agradó leer tus versos.

Un cordial saludo.