Matas

De ti aprendí demasiado,
aprendí violentamente,
aprendí a contar mis huesos,
y armarme lentamente,
hasta memorizar mi cuerpo,
marcado de a usencias.

De sombras de noches de vela,
de amarillos naufragios,
de cegueras inhóspitas,
de pérdidas de memoria,
de sonrisas muertas,
de enfermedad tuya incurable,
de muerto penitente sin velorio.

De ti aprendí lo que quedo de mí,
esto que hoy resucita y vuelve a mirar las estrellas,
como estatua de piedra suspendida en el tiempo,
en tu tiempo gélido y celeste,
largo invierno para las flores,
largo invierno para los sentidos marchitos,
largo invierno para la sangre caliente,
para los ojos secos,
Matas, lentamente como la peste.

A veces la soledad nos juega en contra,
y los momentos que más duelen,
nos enseñan finalmente,
Matas lentamente,
lentamente como la peste,
sal en mis pastos arrojaste,
para que no crezca nada fértil,
solo tus flores de sangre,
solo tus brotes en mis manos,
solo tu recuerdo arrugado en medio de las setas.

Me enseñaste finalmente,
me enseñaste a caminar nuevamente,
a mirar las estrellas,
largo invierno para las flores,
largo invierno para los sentidos marchitos,
largo invierno para la sangre caliente,
para los ojos secos,
Matas, lentamente como la peste.



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