Madre

El amor y ese rostro joven de la dicha
La infancia en la cocina de mi madre
El colegio, el chocolate caliente
Las mielcitas, la soga y la payana
Los besos a escondidas de los galanes
Las esferas de espejos en los bailes
La vergüenza en tu cara y en la mía.

Cuantos tesoros que de la vida tengo
Amarte siempre madre querida
Y saber que vendrás al consuelo
De callar al tiempo que no cesa
En las amargas despedidas del destino
Y a llenar de brisas frescas
Las sombrías madrugadas.

Eso y más, madre mía te acercan
A un destino de indescifrable lozanía
A la juventud eterna de tus quereres
A la infancia mía de rulos y mermeladas
Y a aquellos dioses que no fueron
En esa época, profanos.

 

un poema encantador que refleja a esa persona única, bienvenida

 

así es, gracias por tu reflexión...la madre cobra sentido particular para cada cual , y a la vez universal

 

Virginia, gracias por dejarnos conocer al ser que nos da el amor mas puro que existe... Encantado de leerte y aprovecho para darte la bienvenida (más vale tarde que nunca ) al portal, disfrutalo al máximo. Un fuerte abrazo.

 

gracias Luis por tu bienvenida...lindo poema me has adjuntado.
En efecto cito al poeta J. L. Borges: "escribir es ensayar una magia menor"
gracias!