Madre tierra.

Sinceramente voy a caer, voy a romper el lomo de la tierra para hundirme en ella y respirar más nunca. Mi corazón está herido, pero herido de verdad y no rasguñado por alguna amante que se va, por algún sueño que al amanecer, bajo el sol se evapora y se hace polvo, menos que eso, demuestra que nunca existió.

Sinceramente voy a hundirme porque mi peso es más grande que la fuerza que profeso y me ha llevado por senderos de calvarios que, créeme, nadie soportaría. Voy a hundirme porque algo me llama, me llama el espíritu, el alma que reposa en el cóncavo de la madre, de la tierra que nos guarda, que nos acoge y da vida.

Voy a hundirme con sinceridad, pues llegado el momento fatídico, sin nadie que me espere, sin nadie que me añore, solo tengo, tengo solo un lugar a donde ir; al seno de mi madre, a sus brazos donde ya reposa la gloria de mi raza. Voy a hundirme en la tierra que me grita, que me grita que le vea, que le vea para unirme a ella, para unirme y encontrar paz, y con la paz hallada hundido en su abrazo, dormir en su regazo.

 

Buena prosa reflexiva,
de tu profundo sentir como ser humano
polvo somos y al polvo volveremos
te felicito, saludos

 

gracias por leerme Esol, en efecto, la tierra es un símbolo de vida y muerte a la vez.