La lluvia

La indicación del compañero y maestro Maramín es valiosa y bastante precisa.
Lo importante es tratar de dar a las palabras, en su orden, el mayor significado posible.

Tienes el verbo caer al final del primer verso.
Y luego el verbo brillar al final del tercer verso.

Debes notar lo que observas, y sentir lo que te evoca esa visión.
En la medida que puedas transmitir lo que sientas con solo describir lo que ves... te acercas a la esencia del haiku.
Lógicamente muchas visiones y sensaciones son tan personales, que a menudo no son entendidas por la gran mayoría. Aquí entra en juego la habilidad de emplear las palabras con sus significados más universales.

Es otoño, y la lluvia cae, mientras cada gota al golpear el charco, emitían brillos en contraste a la pesadumbre del cielo llorando.

Caen pausadas, las gotas de otoño, brillos salpican

La idea base es exactamente la misma, incluso aparecen dos verbos, pero las palabras poseen un significado más descriptivo e incluso dejan entrever emociones. No es un haiku acabado ni perfecto, pero espero te ayude a orientarte.

Lee con detalle cada indicación del maestro Maramín, es algo exigente, pero su método te empuja a que procures mejorar.

Saludos.