La amapola

Vive lejos esa amapola,
vive entre los grises sauces.


Llora lentos ríos de hojas,
que se van creando sus cauces.


Lo siento en los poros de su piel.
Su piel rosada y escarlata.


Pétalos dulces como la miel
que en sus brazos me rescatan.


Cada noche veo tres sirenas
de un lago. Tal es su dulzura,
que sin quererlo me envenenan,
con palabras de amor y locura.


Hay una hermosa amapola
que vive bajo mi ventana.


Padre esa amapola está loca
por culpa de un pistilo ardiente.


Pero yo la amo tanto
que no soy dueño…
¡De mi mente!​

 

Preciosas imágenes llenas de anhelo, dignas de convidar a la amapola, gratisimo leerte, un abrazo!

 

Preciosos versos, una poesía fantástica.

 

Preciosas imágenes llenas de sentir y color

Saludos

Palmira