Juan fumador

Juan fumador

Hay que fumar el amor
hay que fumarse la vida
decía Juan fumador
en un bar de Constantina.

Desenfrenado consumía
el tabaquillo del dolor
fumaba cuando llovía
y cuando hacía calor.

Junto al recuerdo de su amada
vestido de tres colores
rojo, blanco y esmeralda
gitana de los alcores.

El humo le fue quitando
el amor y su figura
dejando el rostro plegado
y su mente con locura.

Su organismo una prisión
de alquitrán y desperfecto
le fue fallando el corazón
quedándose sin aliento.

Juan caminaba muy lento
al encuentro de su amor
testigo era el convento
testigo el río hablador.

Juan murió enamorado
de la dama de martinete
con el tabaco en la mano
al cumplir cincueta y siete.

Edwinpaul
​

 

Qué bellos y melancòlicos me parace escuchar un viejo tango o una copla de esas que hablan de amor y tristeza consumida por el humo de tabaco, son versos fluidos y un tema como para recapacitar pues la vida no da dos aportunidades despues de la muerte, te estrello.

 

Ranula, muchas grcias por tu opinión, la verdad es que si, es para reflexionar, un abrazo desde la distancia.