Ingratos recuerdos

Ingratos recuerdos


Hoy hace un año, maldito el recuerdo de ese día que añoro y añoraré de por vida.
Parecías una gata en celo, yo veía en tus ojos el deseo.
Tu lo manifestabas todo, estabas tan ansiosa que hasta creí que no llegaríamos al lugar escogido pero ya estábamos cerca.
Cuando entramos al hermoso motel, saliste corriendo; me quede pensando porque tanto afán.
Cuando entré al interior, vi que preparabas un yacuzzy me hice a la idea que deseabas una larga sección de sexo y a eso habíamos ido.
No me permitiste inspeccionar el sitio, ni destapar la botella de jerez que permanecía a un lado; a base de besos me desnudaste mientras el yacuzzy se empezaba a llenar.
-Déjame morderte que estoy desesperada, me pediste en un susurro y sentí en ese instante tus dientes sobre mis tetillas.
-Cuidado me lastimas-
-No es eso lo que quiero, me provoca devorarte.
¿Por qué tanta excitación? -le pregunté-
-Este es mi último día de infidelidad y lo quiero disfrutar al máximo, por eso reserve este lugar.
-Pero toma con calma lo que haces, mira, ni siquiera nos hemos tomado una copa.
-Sí ya lo sé, pero mi cuerpo me exige caricias muchas caricias y tu parece que no lo has asimilado
-Sí desde el mismo instante en que nos dimos el primer beso, supe que estabas expectante y plena; por eso interiormente sentí mucha alegría, pero ahora me dices que esta es la última vez que vas a ser infiel. ¿acaso eres casada?
-No, nunca he sido de nadie, pero ahora estoy comprometida con un hombre mayor y el quiere que solo sea suya.
-Cuéntame algo, pero primero sírveme una copa.
-¿Qué deseas saber?-
-Si estas comprometida no temes que el hombre con el cual tienes un compromiso pueda complacerte, no solo llenar tu corazón sino tu cuerpo, porque yo te conozco y se lo ardiente que eres.
-Eso para mi no tiene ninguna importancia, si él no está en condiciones de complacerme yo me sé satisfacer sin la ayuda de nadie.
-Entonces para que te comprometes si ese hombre te va a ser desgraciada.
-No me des consejos que mi madre me tiene cansada de decirme lo mismo; mi hombre pueda que no sea buen amante, pero tiene otras cualidades que lo hacen diferente.
¿Dime? tiene dinero.
-Si mucho dinero.
¿Dime? tiene tiempo para disfrutarlo.
-No, para eso me quiere a mi.
-Ahora dime con quién lo piensas disfrutar si cuando uno se une a otra persona el deseo es permanecer y compartir con esta.
-Dejemos el tema y dame tus labios, mira ya el yacuzzy está listo y yo estoy que grito de la ansiedad.
Abrazados nos introducimos en la hirviente agua que despertó todos mis sentidos.
Ya mi amiga me tenía aprisionado de la cintura con sus piernas y recostada al borde levantó su vientre para que viera la hermosa depilación que se había hecho
-Estas bella,-manifesté-.
-Sí, estoy preparada para ti, desde que me comprometí me hice la promesa de estar contigo aunque fuera por última vez, de ti tengo maravillosos recuerdos y muchas veces me sueño y me estimulo recordando los maravillosos momentos en que nos hemos amando.
-No crees que con tus palabras me causes daño.
-No veo porque, si siempre me dices que deseas una mujer que te complazca sexualmente y yo soy esa persona; lo que nunca me has dicho es que me amas y que desearías compartir conmigo tu vida.
-Como puedes pensar que yo voy a compartir contigo mi vida, si el solo pensar en los lujos que te das me produce escalofrío.- mira este encuentro que acabas de preparar cuesta un dineral y eso te tiene sin cuidado.
-Sabes porque lo hago, yo tenía la esperanza de oír de tus labios una manifestación de amor, pero veo que tienes bien separado el sexo del corazón y del amor.
-Espera no nos enredemos en este tipo de conversación que me desconcentro y me frustro, disfrutemos del sexo y después podemos conversar de todo lo que desees, pero déjame acariciarte que a eso fue que vinimos.
Después de pasar toda la tarde disfrutando y compartiendo de un sexo fenomenal con esta bella mujer, quise recostarme un momento para degustar el exquisito jerez; cuando lo servía me pidió que hiciéramos el amor que todavía estaba ansiosa.
En ese momento mirándola a los ojos le respondí:
-Ya vez porque motivo eres una persona difícil de amar; llevamos tres o cuatro horas haciendo el amor, me has manifestado haber llegado al éxtasis varias veces y ahora deseas que volvamos a empezar; yo creí que íbamos a tener una charla sobre el amor, de ingenuo, conociéndote que lo único que te interesa en la vida es tener sexo hasta el agotamiento, y eso con ningún hombre lo vas a conseguir porque todo en exceso cansa y fatiga.
-Pero si otras veces lo hemos hecho, porque no ahora.
-Yo tenía la esperanza de que hoy íbamos a hablar de los dos, pero ya me contaste que estas comprometida con un hombre adulto y adinerado y me parece que lo mejor para ti es continuar con ese compromiso, que el dinero y la soledad te pueden hacer muy feliz.
Mi amiga quiso llorar y me pareció que acababa de reaccionar, pero sus manos me confirmaron que lo único que deseaba esta era sexo y que de amor no íbamos a conversar.
Fatigado y confundido tome mi ropa y después de vestirme me despedí sin siquiera darle un último beso.

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