Hoy

Hoy los rayos de soledad perturban mis emociones inestables, esfuerzos ignorados se quedan olvidados, como los poemas que te dedicaba. Hoy vuelvo a retomar mis viejas costumbres escritas, donde narro las cicatrices que mi alma lamenta. Hoy mis palabras no llevan tu nombre, pero te recuerdan sin olvido y están adheridas con realidades que muestran lo absurdo de vivir, como alguna vez me lo mostró la muerte contigo. Hoy mis emociones se desbordaron en la libreta y en la noche, creando un silencio que no deja de perturbar a mi lápiz moribundo. Hoy dejaré que mis muertos se desvelen en mis hojas sin permiso, para no poder olvidarlos.