Fugaz ida

Tus ojos lo querían, creo que tu alma también,
pero te hiciste vítreo en todo aspecto,
tu voz titilante y agradable había menguado.
Trataste de esconderte,
te funcionó para ahorrarte un enfriamiento,
dejaste mi piso gélido y quebradizo.
Paulatinamente desvaneces,
dejando memorias anheladas.
Un lapso de arrugar hojas conectadas a ti
¿Qué más fecundaste?
aparte de ti.

La mano que no poseía, sostenía la mía que sí,
empobreciendo mis tardes supuestamente productivas,
exponiéndome a cada debilidad que provocabas.
¿Pensé que regresaría?
¿Creí que respondería?
el camino se hizo larguísimo, aletargado.
¿Tuve que crearme un nuevo escudo para sonreír?
¿Tuve que encerrarme para no morir?
¿Y mi todo e interior ya estaba fallecido?
¿Tuve que agacharme para no sentir?
¿Fuiste simplemente una pérdida de pensamientos?
aquellas pesadillas no soñadas
las estaba sintiendo intensamente,
mientras me enroscaba en mi cama cálida y cómoda.
¿Llegué a preguntarme que si eras peligroso?
¿Llegué a preguntarme que si era suficiente buena para ti?
¿Me pregunté antes que me destrozaras?
los susurros eran más validos que tus palabras claras y dañinas.

Realmente fue necesario ese capítulo,
Pero ¿Era necesario estancarme tanto tiempo?
ya no había despertares útiles o exultantes
sólo nuevos, abúlicos y agonizantes.
¿Pudiste ver mis miradas mas acongojadas?
¿Viste el antónimo de la fuerza y alegría en mí?
vislumbré las promesas voladoras por mi cabeza
y la aceptación aterrizaba en mi mente.

Sin adioses nos despedimos como si fuéramos la nada.
respiro tras respiro, como una crónica y mortal enfermedad,
en cada fe que aniquilaste yo la acompañaba,
si me miras verás mis cicatrices secas, marcadas.
¿Fuiste el que buscaba y llamaba?
te motivaste tan rápido como callaste.
No necesitaste pensarlo dos veces,
el trote fue veloz y largo.

 

Buen poema, la narración y el contenido...
bellas y melancólicas imágenes.
Muchos abrazos