Eterno Amor

Un orgasmo fingido con una gastritis aguda y un bebé entre sus brazos. Encontrándose en un banco de cualquier parque, de cualquier ciudad. Rodeada de harapos y sonriendo caminaba entre la multitud. Alquilaba su templo por unas horas, se limpiaba el rostro y el niño la esperaba llorando, con toda su ternura ella lo abrazaba y él curaba las heridas convertidas en marcas. Era otro día y de parque en parque seguían, por la puerta del fondo de cada hotel esperaba para no ser censurada. Le sacaban fotos a colores como a una modelo de revista y el chico siempre esperaba en el mismo sitio donde ella le dejaba. Paso el tiempo y el niño se levantó, había crecido tocó a su madre y la sintió fría, no había latidos en su pecho, él volvió abrazarla y quedaron inmóviles cuando una ráfaga de viento los llevo al Edén.​

 

Amigo: es un buen relato...pero debes colocarlo el el foro de prosa.Mis saludos.