El viejo

Toda la fuerza se le va en la mirada, cuando juega apuntar al blanco y los demonios le danzan en las manos. Él se esfuerza por conseguir el último pecado,
dice ,que el cielo se despidió de él un viernes Santo y que los infiernos no arden tanto.
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Regálame las balas. Déjame que despierte al diablo, que de tanto verme existiendo tal vez se le he olvidado.



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Buen micro, Zero. Solo un detalle al final que me hace ruido..."existiendo tal vez se le olvidado"

Siempre es grato leerte.

Un beso.

 

... ya quisiera que se olvidara... de por siempre, jeje... Curioso, excelente micro. Un gusto estar ZERO, muchas gracias

Un beso

 

Un escrito para meditar. Emociones fuertes con un deseo de que de alguna manera lo que es uno, deje de existir.
Revisa la última frase, vi un error pero eso lo tendrás que ver tú.
“Regálame las balas. Déjame que despierte al diablo, que de tanto verme existiendo tal vez se le olvidado.”

 

Querido poeta, siempre un placer pasar por tu extrema mirada, un abrazo!!!!!!!!!!

 

Despertar al diablo... arriesgado poeta.
Un gusto leer tu poema, muy bueno siempre.

 

wow genial,del cielo a la tierra y un poco mas abajo, el viejo va recorriendo va haciendo su tiempo...saludos hasta luego