El viaje-.

Sea pues, conocerte,

el viaje de tu vida. Y no le pongas

etiquetas malsanas a tu proceder

antiguo. Muchos partieron sin siquiera

saber sus nombres, mutilados por

la ignorancia. Tampoco ahorres

en calificativos, si de amor se trata.

No intervengas en conflictos; la masa,

que asista impertérrita a tu aislamiento.

Y si, de algo te acusaran, que fuera precisamente

de ese, tu silencio: ensimismamiento puro,

dureza cruel, que tanto añoraste desde niño.



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Si tomamos la vida como un viaje de aprendizaje, la miraremos con ojos más benevolentes.
Esta frase es muy cierta:
Muchos partieron sin siquiera
saber sus nombres, mutilados por la ignorancia.

Por eso siempre es mejor abrirnos a crecer y conocer.
Como siempre es un gusto reflexionar a partir de tus obras.
Un abrazo y muy feliz casi fin de semana.

 

Muchas gracias Cecilya; es un placer que te haya gustado, un fuerte abrazo!!