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El indigente

Discussion in 'Prosa: Generales' started by Tiquicia Vargas, Feb 19, 2012. Replies: 0 | Views: 430

  1. Tiquicia Vargas

    Tiquicia Vargas Poeta recién llegado

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    “Abandonada a su suerte y a sí misma pasa sus días la gente que sobra, la que por razones distintas lleva la vida en las calles, bajo los puentes o en los parques.”



    Cuando la noche empezaba a enfriar acomodaba su cama usual en la banca del parque, se quitó las medias agujeradas y perfumadas por la calle en su andar permanente sin rumbo, luego tiró a un lado del respaldo los sobros de comida adquiridos en el mejor basurero de la zona, se acarició el estómago con cierta complacencia y se acostó con el cansancio de un largo día haciendo nada. Amontonadas bajo su cabeza descansaban en un salveque viejo y roído sus escasas pertenencias, contados con los dedos de una mano sus cuatro chunches rotos, estos eran sus únicas posesiones en la vida. Con las ropas sucias, así como todo él pasaba las horas deambulando solo por las calles de la ciudad durante el día.


    En su espalda sobresalían dos tubos de acero que utilizaba para protegerse de otros indigentes, sostenidos entre la piel y el reverso del pantalón aún puesto, eran lo que lo mantenían malviviendo, porque al amparo de la calle solo se puede malvivir.


    Nadie sabe su nombre; a nadie le interesa, solo es un indigente más afeando las calles, evacuando sus desechos en cualquier acera, lote baldío, o espacio que para este fin le pareciera bueno. Vociferando barbaridades el día entero trataba de que alguien lo mirara, lo tomara en cuenta como a una persona, era su forma de tratar de llamar la atención; pero nadie quiere verlo, ni siquiera saber que existe, que esta allí, que es una realidad de nuestra sociedad. Maloliente, piojoso y con cicatrices expuestas e infectadas, solo espera el momento en el que siquiera Dios se acuerde de él.
     
    #1
    Last edited: Feb 19, 2012

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