El guía

El guía

He visto paisajes de árboles quemados,
Pero no consigo ver con nítidad.

¿Qué árboles son?
¿Acaso encinas?
¿Acaso pinos?
¿Acaso huertas?

Sólo soy mi nombre a secas,
Sin apellidos,
Descendiente de algún Pizarro?


Y mi nombre, la que favorece,
La que escucha, absorbe y calla.
La que no dejan,
La que no crece,
La prisionera.

Que quiero verde
Que Quiero agua,
Que quiero, quiero, quiero,
Que No quiero nada.
Que sin amor, nada.
Y con amor,
Espanta a los que quieren llevarse almas.

Ana.

 

Tus ojos de tanto ver quemados.
Para qué más si una vez amado el mundo ya de nada sirve seguir amándolo. Queda el infierno.
Es la palabra que quieres oír de mi voz para que suene justa.
¿Objetiva? Tal vez recitando los murmullos del siroco.
Hermoso poema.

mamCardenal