El espejo

Hace tiempo que la conozco, podría decir que de toda la vida; su semblante me desconcierta aveces cuando la visito (siempre en las noches) en la habitación que me tienen prohibida. Pero yo siempre he conseguido la manera de burlar a Lucas (mi mayordomo), cuando va por mi comida me escabullo por el pasadizo, y me escondo hasta que el sonido de sus pasos desaparece. Entonces con cautela me dirijo hacía la habitación. Lucas sabe que después de un tiempo aparezco para la cena, así que no me busca y me deja la comida.

Cuando estoy en la habitación el tiempo pasa rápido, mi amiga siempre llega a la hora adecuada para darme una sonrisa, casi siempre hace lo que yo, pero ya me he acostumbrado; cuando me doy la vuelta seguro que juega a mis espaldas así que estoy atenta a cualquier movimiento que haga. Me escondo tras una cortina y trato de sorprenderla corriendo rápidamente para que no tenga tiempo de imitarme... Juego hasta que el hambre me obliga a regresar, entonces mi amiga se pone triste, y al igual que yo, se retira hasta la siguiente noche.