El café

-Dame un segundo-
-ahora?-
-si, ahora, no sentís que abajo ya está en marcha este día?, o hay que esperar a que salgas de la ducha?-
Resolanas que juntan aromas, comienzos que a veces son difíciles de aceptar, los patios de la nostalgia, el tránsito del insomnio de la ciudad. Todos en esta casa, ahhh, no te creas que es la de la Maja desnuda, permitime una sonrisa, noo, ni ahí, esa vino de París y como que estaba en Floresta, tampoco era lo sustancial. Lo importante es el perfume que me dejó en la cabeza, otra que mercurio, carpintería de madera obscura, banderolas de colores, capiteles medio chingados, la pinotea en los pazos del tiempo, la insalvable cocina patio de por medio y la cadena del baño, que uno agarraba siempre cada día un poquito más arriba porque le daba cosa tocarla hasta que un día se llegaba a la tapa del reservorio. Fué lo mismo en Entre Ríos y San Juan en la casa de la bisabuela Catalina o en París. Las dos tuvieron piano, las dos canturreaban "body and soul" de Coleman Hawkins o Para Elisa. Si al menos por la ventana de la cocina pudiera ver a mi vecina, pero no, el resplandor de la maquina me dice que llego la hora de insertar la capsula, por fin.-
-Estas lista?- (La estrafalaria moda y los principios primarios hacen que hayamos perdido dos capsulas)

 

Buen microrrelato