Eileen

Sus ojos brillaban como rayos de un sol,
que baja del cielo para reflejarse en el océano;
¿Cómo algo tan delicado y hermoso
pudo convertirse en causa de dolor?

Caía la lluvia sin que se pudiera tocar
un ángel fue condenado a soportar,
mientras mira bajo la sombra de un árbol,
como los mortales ríen y juegan entre ellos.

Un corazón tan puro y sublime,
que estremecía hasta mismo Dios,
se dejó vencer por la tentación,
el ángel fue tentado por demonios.

Deseaste entonces transformarte en mortal,
para disfrutar de los placeres mundanos,
y en medio de la hoguera tratar de reír y bailar,
como si fueras completamente humano.

 

Andrés
De celestial a humano
de divino a pecado
Bellos tus versos en esta entrega
Estrellas y un abrazo
Ana

 

Gracias Cisne por comentar... un fuerte abrazo...