Divina

A ti bella mujer divina,
causante de mi desvelo,
tú de figura tan fina
eres regalo del cielo.

Actúas con rebeldía,
siendo tú tan tierna,
espero que algún día
tengas dicha eterna.

Creo que fui muy egoísta
al desear que fueras mía,
pero debo ser realista
y saber que no sucedería.

De mi sale una lagrimita
que describe mi tristeza,
mi pesar sólo se limita
a no admirar tu belleza.

¡Adiós linda princesa!
Quien amo más que nada,
mi corazón lo expresa
de una forma apasionada.