Despedida

No somos más que un trozo de tiempo.
Quizás si lo somos pero está fuera de nuestra percepción.
No somos más que el aliento de algo.
Quizás algo más pequeño.

Puedo decir con certeza que no sé nada en absoluto.
Quizás lo que hay es una simple y pequeña opinión.
No más que eso.

Un hecho irrefutable es que amo el desierto.
Lo amo porque es el único que me deja
estar a solas con la Luna.

...

Pero no me engaño ... Ya no tiene sentido ...
Esa soledad con la Luna la comparto contigo.

Cierro los ojos y veo tu mirada.
Un dulce yunque que me aplasta el alma.
Un dulzor tan grande que me ahoga en nostalgia.

Mis tercos ojos se cierran y te aparecen.
En la Luna veo tu sonrisa ...
ohhh ... tu sonrisa.
Tu pequeña boca, pequeñas manos
La dulce invitación a que me recueste a tu lado.
tu cabeza en mi pecho.
Derretidos de ternura nos miraban las nubes

Aún veo todo eso desde una especie de
túnel que nos enseño la simpleza de lo infinito.
Y así, dejando hoy el infinito plasmado
en tu ausencia.
Un pequeño fotograma en movimiento que hoy atesoro.


Me gustaría poder dejarte
en alguna canción o poema y seguir.
Eso es un problema cada vez que miro la Luna.
Y no dejaré de mirarla. Lo sabes

Al final No somos más que una colorida estación de tren.
Interesante y curiosa mas sin trascendencia.
Nosotros nos vamos
dejamos fotogramas para decorar las estrellas

Las palabras que vienen después son obvias.
Pero dejemoslo así