Despedazarte

Despedazarte

Despedazarte
ahorcarte, y
tus órganos destriparte,
nací verdugo del mundo.

Las sangres de los condenados salpican mi cara
rengueando afilo mi hacha
presta para cortar cabezas
no me importa las que sean.

Lamo mis labios
saboreando la muerte,
cuando entro en la plaza
para llenare de sangre del pobre que visita hoy a la muerte.


Cuando el juez dictamina la sentencia
me divertiré con la audiencia
y me excito con la presencia
del iluso que estoy apunto de matar.

Mi hacha se levanta
la muchedumbre calla
el iluso reza por su alma
yo me regodeo en mi calma.

Mi hacha rasga el aire
con un sonido de desgaste
mi corazón se exalta
y la cabeza salta.

La sangre mana
y a la audiencia baña
mis manos tiemblan de la emoción
cuando cae el cuerpo sin cabeza sin animación.​

 

Cuantos no hemos querido ser los actores principales de este acto tan infame y a la vez tan delicioso como la ira y lo que las entrañas en su máxima potencia puedan ejecutar.

Súbitamente nos hace gritar y sacar ese primitivo que todos tenemos dentro y que se hace tan delicioso sacarlo a pasear.

Muy buen poema, hasta me hizo imaginar cómo sería volverlo una canción, ya que tiene un ritmo bastante peculiar.

Un gusto pasar por acá.

 

me fasinó... totalmente oscuro, desgarrador.. logré imaginar cada palabra de tu poema, tremenda experiencia..

 

un gusto por la muerte ajena, la sangre, atrozmente bello, me encanto leerlo.