Conciencia

Dormía,
dulce,
inocente,
tierna.


Sus manos se mueven distorsionando
la imagen de sus dedos,
sus dedos son finos, largos,
para llegar a mis miedos
sin casi tener que estirarlos.


Dormía,
dulce,
inocente,
tierna.


La desperté sin darme cuenta,
con solo aquel soplo que movió la vela,
la luz titilante que me dejaba verla.


Dormía,
dulce,
inocente,
tierna.


Ahora llora en mi cabeza,
con un gorgoteo ahogado,
esperando conmoverme con su belleza,
esperando vencerme solo con su llanto.


Dormía,
dulce,
inocente,
tierna.


El miedo a perderla,
es igual al de tenerla,
¿tan confusa situación
fue el designio de un dios?


Dormía,
dulce,
inocente,
tierna.


La conciencia no me deja dormir
ella grita cerca de mí,
reclamando la luz que yo le robé
y que ahora tendré que devolver.


Llora,
sola,
triste,
traicionada.


No respeté sus designios,
y ahora ahoga mi alma
con sus lazos invisibles
sin dejarme un poco de calma.


Llora,
sola,
triste,
traicionada.


¿Cómo he de salvar mi alma?
¿Cómo puedo apaciguarla?
¿Cómo decirle a mi conciencia
que no he querido dañarla?​

 

Hola, me gusto tu poema, me pego mucho sigue asÍ y bienvenida

 

Hermoso poema, aún con melancolía los versos son buenos.
Me gustó leer tu poema.
Gracias.
Saludos.

Joel

 

Me ha gustado bastante, muy lindo, como con melancolía y nostalgia, esas son las imágenes que me evoca, y me gustan mucho los versos que se repiten, lo hacen más melancólico para mi, gracias por mostrarlo...